DE LA FIESTA DE LA TRADICIÓN A LA
DANZA NACIONALISTA.
1ra. Parte.
En
febrero de 1948, del 17 hasta el 21; con motivo del ascenso a la presidencia de Venezuela de
Rómulo Gallegos, se realizó en el nuevo circo de caracas la Fiesta de la
Tradición. Evento que consistió en una muestra de danzas, bailes y músicas
representativas del país; esta muestra producto del trabajo de un equipo
dirigido por Juan Liscano, permite a los habitantes de caracas reencontrarse
con su pasado, mirar su presente y tejer con hilos de tradición su futuro.
Pero
lo que asombra y causa admiración a todos los que tuvieron la oportunidad de asistir
a esta “fiesta de la tradición”, fue la logística empleada, utilizando las
técnicas, elementos y recursos de las artes escénicas (tarimas, luces, sonido,
manejo del espacio y el tiempo, vestuario para la ocasión, entre otros.) que
crearon el ambiente y el clima perfecto para la proyección con sentido
artístico de las manifestaciones tradicionales y folklóricas del país.
Este
ambiente y este clima, unido al recurso económico, la selección y asesoría a
los grupos de cultores invitados, la emoción de participar en tan importante
fecha para el país, el orgullo de representar a su estado o región en la
capital, da como resultado la entrega total de cada cultor dando lo mejor de
sí, convirtiéndose en el gran artista, proyectando su arte a todos los asistentes
al nuevo circo de Caracas convertido para la ocasión en el gran escenario.
Este
binomio integrado por cultores comprometidos totalmente con sus manifestaciones
y una logística donde ocupan lugar especial las técnicas y recursos de las
artes escénicas, logró una puesta en escena acorde con la propuesta del equipo
de trabajo liderado por Juan Liscano.
Al
respecto Carlos Paolillo, periodista, crítico de danza, premio nacional de
cultura. Escribió:” La ascensión al poder de Rómulo Gallegos y su rápido derrocamiento
sirvieron de contexto para el inicio de la corriente
nacionalista en la danza tradicional.
El evento denominado la fiesta de la
tradición, realizado en febrero en el nuevo circo de Caracas, como parte de las
celebraciones populares con motivo de la toma de posesión de gallegos, fue un
hecho cultural sin antecedentes, cuyo significativo impacto colectivo aún
perdura en el tiempo. Cerca de cincuenta mil personas asistieron al recinto
taurino durante los cinco días de presentaciones de una muestra de cultores
procedentes de todo el país concebida y organizada por Juan Liscano. Por primera
vez, se intentaba una visión total de los ritmos musicales y las danzas
nacionales ante públicos masivos con una sorprendente infraestructura y
logística de producción teatral.
Seguramente
comenzaba el nacionalismo en la danza
como irrefrenable tendencia”.
Palabras claves:
Nacionalismo. Nacionalista.
Bibliografía:
Marisela López, Alvarenga Teresa, Miradas sobre la Danza
Nota: Es un trabajo
presentado por Carlos Paolillo periodista y crítico de danza, publicado en la
revista Por el mundo de la danza, número 14, 2007.
DE
LA FIESTA DE LA TRADICIÓN A LA DANZA NACIONALISTA
2º. PARTE.
En el mencionado libro también encontramos la
opinión de Gladys Alemán tomado de un ensayo aparecido en la Enciclopedia de la
música en Venezuela, Fundación Bigott, 1.988, Caracas: “Las manifestaciones
folklóricas siempre han sido dinámicas y renovadoras; se puede decir con
propiedad que su proyección en la escena se originó a partir del famoso
espectáculo organizado por Juan Liscano y colaboradores en1.948, con motivo del
inicio de las labores presidenciales de don Rómulo Gallegos. Más tarde va a
surgir un importante movimiento para proyectar nuestras tradiciones con la
célebre creación del Retablo de Maravillas. Durante el período dictatorial de
Marcos Pérez Jiménez se fortalecerán los grupos de baile, canto y teatro que
conformaban una población de más de cien jóvenes, atraídos por los cursos que
gratuitamente allí se impartían.
Dichos grupos se preparaban sistemáticamente
para llevar en nombre del pueblo el mensaje artístico durante la celebración de
la semana de la patria e inclusive fuera de nuestras fronteras. El notable
éxito reseñado ampliamente en la prensa de la época se atribuía a la frescura
que los jóvenes componentes del espectáculo demostraban en cada una de sus presentaciones.
Este se ha mantenido renovado en el tiempo después de la democratización del
país, con el nombre de Danzas Venezuela. Son pocos los grupos profesionales
actuales que satisfacen plenamente las aspiraciones artísticas del público
venezolano. La política de descentralización que se está llevando lentamente
redundará en la creación de compañías en los diferentes estilos de danza en
cada uno de los estados de Venezuela, ya que lo académico en el arte de bailar
a nuestro juicio, es el reto planteado para el país que desea competir
teatralmente a nivel internacional.
Las nuevas generaciones de artistas de la
danza, el ballet, y la proyección folklórica tendrán la oportunidad de adquirir
la disciplina adecuada y desarrollar su instrumento corporal y sensitivo, con
el cual podrán crear obras originales, basadas en un vocabulario propio y con
un contenido que refleje la cultura que nos define como pueblo en el contexto
del teatro universal.
En el libro Cuerpos en el Espacio, Rubén
Monasterios escribe: “1.948 El acto cultural principal del ascenso al poder de
Gallegos (en fecha 14/2) es un monumental “Festival Folclórico Popular”
organizado por Juan Liscano y celebrado en el nuevo circo de Caracas, en el que
se exhiben por primera vez en la capital muestras de bailes y cantos de
diferentes regiones del país”.
Palabras claves: Proyección. Estilos.
Bibliografía: Marisela López, Alvarenga
Teresa, Miradas sobre la Danza.
Monasterio Rubén, Cuerpos en el Espacio.
Editado por producciones Lithaya Merlano para Gramoven, 1986.
DE LA FIESTA DE LA TRADICIÓN A LA DANZA NACIONALISTA.
3º PARTE.
Para recordar.
1950:
El antiguo Servicio de Cultura Obrera del Ministerio del Trabajo se convirtió
en Dirección de Cultura.
Dos años después de la Fiesta de la Tradición
y confidencialmente en febrero, a Manuel Rodríguez Cárdenas y a su equipo le
corresponde organizarla, y entre otras decisiones en el terreno artístico
abandonan los locales cerrados y salen al aire libre, tomando como punto de
partida a la danza que a decir de Rodríguez Cárdenas” esta expresión no tenía
tradición en el país como espectáculo popular.
No había antecedentes, no
existían pruebas de resultados, no se conseguían bailarines”.
El impacto logrado por la Fiesta de la
Tradición hizo que el público asistente conociera las manifestaciones
culturales, tradicionales y folklóricas de Venezuela.
En este aspecto se logró
el objetivo, pero no se planteó aprovechar este evento como punto de partida,
para motivar y lograr la creación de grupos de proyección de las danzas y
bailes de Venezuela.
Cárdenas
continúa relatando: “Antes que acudir a artistas cuya actividad no nos gustaba,
preferimos salir a buscar entre el pueblo a los jóvenes con deseos de aprender
el arte complejo de la danza el canto y la declamación con suficiente fe para
sufrir la prueba del aprendizaje y suficiente valor para enfrentarse a las
muchedumbres. Vinieron a montones y con ellos estructuré la Escuela de Formación Artística destinada a prepararlos”.
Bibliografía: Cárdenas Rodríguez Manuel, El Retablo de Maravillas y Danzas Venezuela, Ediciones de la Republica-Caracas 1981.
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